Bloqueo de formación de óxido nítrico puede aumentar efectividad de anticuerpos
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 09 Dec 2009
El óxido nítrico generado por las sintasas del óxido nítrico (NOS) en algunas bacterias Gram-positivas, aumentan la resistencia de las bacterias a un espectro amplio de antibióticos de tal manera que las drogas que inhiben la actividad de las NOS pueden aumentar la efectividad de la terapia antimicrobiana.Actualizado el 09 Dec 2009
Se piensa que el óxido nítrico es un mensajero fisiológico crucial que juega un papel en la regulación de la presión sanguínea, el control de la coagulación de la sangre, las defensas inmunes, la digestión, los sentidos de la vista y olfato y posiblemente el aprendizaje y la memoria. El óxido nítrico también puede participar en los procesos de enfermedad como la diabetes, la apoplejía, la hipertensión, la impotencia, el shock séptico y la depresión de largo plazo. El óxido nítrico se puede difundir libremente a través de soluciones acuosas o membranas reaccionando rápidamente con centros metálicos en las proteínas celulares y con grupos reactivos en otras moléculas celulares.
Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York (Nueva York, EUA; www.nyumc.org), ya habían mostrado que las bacterias movilizan el NO para defenderse contra el estrés oxidativo. En el estudio actual, publicado en la edición de Septiembre 11, 2009 de la revista Science los autores demostraron que muchos antibióticos causan estrés oxidativo en las bacterias provocando frecuentemente su muerte y que el NO hace oposición a este efecto.
Además de aliviar el estrés oxidativo, el NO suministró protección adicional a las bacterias modificando químicamente los compuestos tóxicos. Los autores, entonces sugieren, que los inhibidores disponibles comercialmente de NOS podrían convertir a las bacterias resistentes a los antibióticos como el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) y el ántrax, en bacterias más sensibles a las drogas disponibles.
"El desarrollo de medicaciones nuevas para combatir bacterias resistentes a los antibióticos como el SARM, es un gran problema, asociado con un costo alto e innumerables problemas de seguridad”, dijo el Dr. Evgeny A. Nudler, un profesor de bioquímica en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York. "Aquí tenemos un atajo, donde no tenemos que inventar antibióticos nuevos. Por el contrario, podemos aumentar la actividad de los ya existentes, haciéndolos más efectivos a dosis más bajas”.
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New York University School of Medicine