Tratamiento con anticuerpos es poderoso para enfermedades autoinmunes

Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 30 Jul 2008
Una terapia para una variedad de enfermedades autoinmunes está recibiendo una renovación debido a una investigación de una década. El tratamiento original, llamado inmunoglobulina intravenosa (IVIG) es una amalgama de anticuerpos específicos hechos de una mezcla de plasmas de miles de donantes sanos. Los médicos la han usado con marca y sin marca, en pacientes con lupus, artritis, asma y otras enfermedades autoinmunes, con varios niveles de efectividad. Sin embargo, la investigación muestra que el entendimiento del funcionamiento de la terapia a nivel molecular puede ayudar a los investigadores a crear una versión de laboratorios que es mucho más poderosa.

El Dr. Jeffrey Ravetch, profesor y jefe del Laboratorio de Genética Molecular e Inmunología Leonard Wagner de la Universidad Rockefeller (Nueva York, NY, EUA), ha estado interesado en la IVIG desde que entendió su paradoja inherente: los anticuerpos IgG, la misma clase de anticuerpos que disparan las enfermedades autoinmunes, le dan a la IVIG sus propiedades antiinflamatorias, cuando provienen de donantes sanos. En 2006, el Dr. Ravetch y sus colegas descubrieron que esta contradicción aparente podía ser atribuida a una sola molécula de azúcar, llamada ácido siálico, localizada en la punta de algunos anticuerpos IgG. Cuando está presente, la molécula confiere propiedades antiinflamatorias. Cuando está ausente las moléculas de IgG pierden sus habilidades protectoras y pueden causar inflamación.

Una vez que los científicos determinaron el mecanismo molecular en la fuente de la contradicción y conformaron que pudieran diseñar una estrategia para diseñar una droga con las propiedades terapéuticas de la IVIG, la crearon. El Dr. Ravetch, junto con sus colaboradores en la Universidad de Nueva Hampshire (Durham, EUA) y el Instituto de Investigación Scripps (La Jolla, CA, EUA), produjeron una molécula IgG con ácido siálico modificada que cuando es suministrada a ratones artríticos, era 30 veces más efectiva que la sola IVIG. "Este artículo suministra una ruta clara para desarrollar una alternativa para la IVIG que podría ser de gran beneficio a los pacientes con enfermedades autoinmunes”, dijo el Dr. Ravetch. Los resultados, reportados en la edición del 18 de abril de 2008 de la revista Science, también describen los requisitos estructurales precisos necesarios para crear IgG con propiedades protectoras.

Rockefeller ha licenciado la tecnología a la compañía de biotecnología Centaurus Pharmaceuticals (Cambridge, MA, EUA), la cual está trabajando para crear un producto que se puede usar en ensayos clínicos. El Dr. Ravetch cree que la droga resultante tendrá el potencial de suministrar alivio los individuos con una gama amplia de enfermedades, incluyendo aquellas para las la IVIG apenas es perceptible. En el lupus, por ejemplo, la preparación actual tiene una actividad tan baja que la cantidad necesaria para hacer una diferencia detectable es superior a la cantidad que se puede obtener realmente de la fuente de sangre. "Pero, con la forma recombinante”, dijo el Dr. Ravetch, se puede hacer una fuente potente ilimitada”.




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University of New Hampshire
Rockefeller University
Scripps Research Institute

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