Se encuentra fallas en los ensayos de investigación sobre el cáncer

Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 21 Mar 2007
La investigación del cáncer y el desarrollo de drogas han generado terapias más avanzadas, pero, de acuerdo con los investigadores, los métodos de investigación para evaluarlos no son igualmente buenos.

Esto podría explicar porque tantas drogas experimentales fallan en la fase final larga y extensa de pruebas, según los investigadores. En la edición de febrero 1, 2007, de la revista "Clinical Cancer Research”, investigadores del Centro de Cáncer Memorial Sloan-Kettering (MSKCC; Nueva York, NY, EUA) descubrieron que solamente nueve de los 70 estudios en fase II que evaluaron, definieron claramente las medidas por las cuales una droga experimental podía ser juzgada con respecto a si los pacientes se beneficiaban con ella.

"Estamos enfrentando un problema nuevo y creciente en los ensayos clínicos, y es que mientras que las drogas han cambiado, los investigadores siguen usando los mismos métodos viejos para evaluar que tan efectivas son”, dijo el autor principal del estudio, Andrew Vickers, Ph.D., un investigador en metodología.

El problema, según el Dr. Vickers es que por largo tiempo, las terapias (típicamente la quimioterapia) fueron evaluados observando si los tumores se reducían en los pacientes con cáncer avanzado. La medición de esa reducción fue una forma aceptada para evaluar el beneficio, dijo: Pero los tratamientos nuevos actuales, que pueden incluir terapias dirigidas que detienen la progresión del tumor, son evaluadas frecuentemente en cánceres menos avanzados y en combinaciones "y puede ser difícil contestar la pregunta de si los pacientes están mejorando más de lo esperado”, dijo.

En su estudio, el Dr. Vickers, Howard Scher, M.D., jefe del servicio de oncología genitourinaria en MSKCC, y la estudiante médica Vennus Ballén, examinaron los ensayos clínicos en fase II reportados entre junio 2003 y junio 2005 en la revista "Journal of Clinical Oncology” y en la revista "Cancer”, dos revista principales en investigación del cáncer. Estos estudios que normalmente se hacen en 30 a 50 pacientes, buscan suministrar una decisión de siga/no siga sobre si las terapias estudiadas deberían ser evaluadas en un ensayo clínico de fase III grande, la prueba final de si una droga debe ser suministrada a los pacientes con cáncer.

Examinaron específicamente 70 estudios cuyo diseño requería "datos históricos” para determinar si una droga era suficientemente prometedora para justificar un ensayo en fase III. Cuando un agente novedoso se añade a un estándar existente con la esperanza de aumentar las tasas de respuesta por encima y por debajo de las esperadas con el tratamiento estándar solo, se necesitan los datos históricos sobre las tasas de respuesta al tratamiento estándar”, dijo el Dr. Vickers. "Similarmente, algunos agentes aparentemente detienen la progresión de la enfermedad y llevan a una regresión rápida del tumor, requiriendo un punto final como una supervivencia libre de progresión a un año. Este blanco de supervivencia claramente requiere que sea desarrollado con referencias a los datos históricos”.

Por ejemplo, si dos agentes de quimioterapia usados en combinación producen una tasa de supervivencia del 30% a un año, y los investigadores desean saber si adicionar una tercera droga es benéfico, la combinación de tres drogas tiene que cumplir con la meta del 30% y más, según el Dr. Vickers. "Por lo tanto debemos estar muy seguros que el blanco del 30% es correcto”, dijo.

De los 70 estudios examinados, sin embargo, casi la mitad (46%) no dieron justificación para el blanco histórico. Y, de los estudios que si hacían referencia clara a los datos anteriores, solamente varios (nueve o 13%) lo hicieron correctamente. Más aún, los ensayos que no reportaron una razón para la barra histórica tenían mucha más probabilidad de decidir que la terapia nueva era "activa”, y por lo tanto merecedora de un estudio adicional en un ensayo clínico de fase III, según el Dr. Vickers.

Los investigadores no pudieron encontrar un solo estudio que usara técnicas estadísticas avanzadas para ajustar las diferencias entre los pacientes estudiados en los ensayos clínicos más viejos usados como la barra histórica, y los pacientes tratados con un ensayo nuevo, que pueden estar en una etapa de cáncer más temprana.

"Estos estudios se podrían haber hecho mejor”, dijo Vickers. Los estudios en fase II tratan de ver si los pacientes sometidos a un tratamiento nuevo están mejor de lo esperado; si es así, debemos investigar el tratamiento nuevo, en un ensayo realmente grande. Sin embargo, para saber si los pacientes ‘están mejor de lo esperado', debemos tener algún tipo de patrón de comparación de lo que deberíamos esperar de los tratamientos estándar. La evaluación con patrones de comparación es lo que falta en esos estudios”.




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Memorial Sloan-Kettering Cancer Center

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