Se usan péptidos y lipoproteínas para combatir las bacterias
Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 14 Feb 2007
Mediante la combinación de las características principales de dos tipos diferentes de herramientas usadas por los sistemas innatos de defensa de los organismos, un equipo de científicos logró diseñar una herramienta más poderosa, esperando que esta, pueda suministrar una base para antibióticos más innovadores y efectivos.Actualizado el 14 Feb 2007
La primera, es un arma "magnética”--un antibiótico natural producido por todos los organismos. Debido a la carga positiva de estos péptidos antimicrobianos (PAMs), son atraídos a la superficie con carga negativa de las bacterias en una manera similar a un imán, donde pueden ejercer sus efectos antibacterianos. La segunda arma, "tipo detergente”, llamada un lipopéptido, es producida solo por las bacterias y los hongos, los cuales debido a su carga negativa, atacan principalmente a los hongos. Esta arma contiene una cadena de ácido graso que, de manera similar a las cadenas en el jabón que disuelven la mugre y los aceites, destruye las membranas grasosas de los hongos.
En el estudio, publicado en la edición de octubre 2, 2006 de la revista "Proceedings of the [U.S.] National Academy of Sciences (PNAS)”, el Prof. Yechiel Shai y los estudiantes de Ph.D., Arik Makovitzki y Dorit Avrahami del departamento de química biológica en el Instituto Weizmann de Ciencia (Rehovot, Israel) combinaron eficientemente las propiedades de los PAMs con las lipoproteínas, generando un lipopéptido sintético que tiene tanto una carga positiva y la capacidad de los jabones para disolver los aceites.
Cambiando la longitud de las cadenas de ácidos grasos y la secuencia de los aminoácidos con carga positiva, los investigadores lograron crear una serie de armas. Algunas son activas tanto contra las bacterias como contra los hongos, mientras que otras atacan unas u otros. Más aún, lograron diseñar estos péptidos sintéticos nuevos (fragmentos de proteínas) con solamente cuatro aminoácidos, en oposición a los 12-50 que se encuentran en sus formas naturales.
Se espera que los resultados suministren una gama completamente nueva de aplicaciones potenciales. La longitud corta del péptido sintético hace que sea atrayente para el diseño de drogas, puesto que es más fácil y económico sintetizarlo, tendrían menos tendencia a la resistencia y podría ser diseñado potencialmente contra una serie grande de infecciones bacterianas y micóticas.
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Weizmann Institute of Science