Proteína cerebral mejora los síntomas de apoplejía en ratas de laboratorio

Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 10 Nov 2006
Una proteína de ocurrencia natural en el cerebro mejora la recuperación de la apoplejía cuando se inyecta hasta tres días después del inicio de la apoplejía y podría ser usada como una droga efectiva contra esta enfermedad.

Un estudio en ratas publicado en la revista de acceso abierto "BMC Biology”, de octubre 18, 2006, reveló que la inyección de factor estimulante de colonias de granulocitos (G-CSF) cuya función en el cerebro es regular la formación de neuronas y contrarrestar la muerte neuronal, reduce a la tercera parte el tamaño del área afectada por la apoplejía, cuando se inyecta cuatro horas después del inicio de ésta. El estudio también demostró que las inyecciones regulares demoradas de G-CSF, que comienzan hasta tres días después de la apoplejía inducida, son efectivas para restaurar las funciones motoras en las ratas.

Se sabe que G-CSF mejora la recuperación después de una apoplejía, y se está evaluando actualmente su uso en humanos. El estudio es el primero en mostrar que G-CSF puede ser efectivo cuando se inyecta tan tarde después de una apoplejía.

Armin Schneider de Sygnis Bioscience AG (Heidelberg, Alemania) (antiguamente conocida como Axaron Bioscience AG) y Wolf-Rüdiger Schäbitz, M.D., de la Universidad Neurológica de Münster (Alemania; ) junto con colegas de las Universidades de Heidelberg y Erlangen (Alemania), usaron modelos de ratas de dos tipos diferentes de apoplejía para evaluar el efecto de una inyección de G-CSF sobre la recuperación.

El primer modelo fue usado para examinar el impacto de G-CSF sobre el tamaño del área afectada por la apoplejía la cual se identifica por la presencia de neuronas muertas. En este modelo, los animales recibieron una sola dosis inyectada de G-CSF de 60 µg/kg de peso corporal, cuatro horas después de la apoplejía. Los investigadores demostraron que el tamaño del área afectada se reducía en 34,5% en las ratas que recibieron G-CSF cuatro horas después de la apoplejía.

El segundo modelo fue usado para evaluar el efecto de G-CSF sobre el desempeño funcional de los animales. En este modelo, las ratas fueron inyectadas con 10 µg/kg de peso corporal de G-CSF, entre 24 a 72 horas después de la apoplejía, por de 10 días. Las ratas tratadas con G-CSF por 10 días después de la apoplejía, se desempeñaron considerablemente mejor en un ejercicio diseñado para evaluar sus habilidades físicas y coordinación, que las ratas tratadas con placebo.

Los resultados de este estudio deberían ayudar a guiar el diseño de estudios futuros en humanos.




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Sygnis Bioscience
Neurology University of Münster

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