Los ácidos grasos Omega-3 inhiben el cáncer de hígado
Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 04 Jul 2006
Dos estudios nuevos sugieren que los ácidos grasos omega-3, encontrados en concentraciones altas en los aceites de pescado y algunas semillas y nueces, pueden inhibir significativamente el crecimiento de las células cancerosas hepáticas. Los estudios fueron presentados durante el encuentro anual de la Asociación Americana de Investigación del Cáncer (AACR) en Washington (DC, EUA) en Abril de 2006.Actualizado el 04 Jul 2006
Un estudio observó los efectos y el mecanismo de los ácidos grasos poli-insaturados omega-3 y omega-6 en las células de carcinoma hepatocelular. Este cáncer representa el 80-90% de todos los cánceres hepáticos y es usualmente fatal en tres a seis meses después del diagnóstico. Los investigadores trataron las células de carcinoma con ácidos grasos omega-3 ácido docosahexaenoico (DHA) y eicosapentaenoico (EPA), o el ácido graso omega-6 ácido araquidónico (AA) por 12-48 horas. El tratamiento de DHA y EPA inhibió el crecimiento celular, mientras que el tratamiento con AA no mostró efectos significativos.
En el segundo estudio, los investigadores trataron células tumorales de colangiocarcinoma con ácidos grasos omega-3 y omega-6 durante 12-48 horas. De nuevo, el tratamiento con ácidos grasos omega-3 DHA y EPA produjo una inhibición-dependiente de la dosis- del crecimiento de las células cancerosas, mientras que el tratamiento con el ácido graso omega-6 AA no tuvo efectos significativos.
Los investigadores creen que el efecto de los ácidos grasos omega-3 sobre las células cancerosas es probablemente debido a la inducción de la apoptosis, o muerte celular programada. Ellos actualmente encontraron que el tratamiento DHA indujo la división, o el clivaje, de una enzima en el núcleo celular conocida como poli (ADP-Ribosa) polimerasa, o PARP, involucrada en la reparación del daño del ADN, mediada por apoptosis, y regulando la respuesta inmune. Además, el tratamiento DHA y EPA disminuyó indirectamente los niveles de otra proteína conocida como beta-catenina. Una sobre abundancia de esta proteína ha sido asociada con el desarrollo de varios tumores.
"Se sabe que la beta-catenina promueve el crecimiento celular y también está implicada en la promoción celular tumoral”, observó Tong Wu, M.D., Ph.D., que realizó la investigación y está con la división de patología de trasplante de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburg (PA, EUA). "Por lo tanto, nuestro hallazgo de que los ácidos grasos omega-3 pueden disminuir los niveles de beta-catenina es evidencia adicional de que esos compuestos tienen la capacidad de interactuar en varios puntos de las vías involucradas en la progresión tumoral”.
El Dr. Wu cree también que los hallazgos sugieren que los ácidos grasos omega-3 no solo pueden ser una terapia efectiva para el tratamiento de los cánceres hepáticos humanos sino que también pueden ser un medio de protección del hígado de la esteatohepatitis, una enfermedad hepática crónica caracterizada por la producción de grasa en el hígado y que se cree es un precursor del cáncer hepatocelular. El siguiente paso, de acuerdo con el Dr. Wu, es probar los efectos de los ácidos grasos omega-3 en ratones que alberguen tumores hepáticos humanos.
Enlaces relationados:
Universidad de Pittsburg