Suprimir la COX-1 inhibe el crecimiento del tumor ovárico
Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 20 Jul 2005
Bloquear la enzima COX-1, no la COX2, puede llevar a estrategias de prevención y tratamiento para el tipo de cáncer ovárico más común y fatal, de acuerdo con un nuevo estudio. Actualizado el 20 Jul 2005
Este descubrimiento de que la supresión de COX-1 reducía el crecimiento de los tumores epiteliales en un modelo murino de la enfermedad parece asombroso, según el autor principal del estudio, Sudhansu K. Dey, Ph.D., director de la división de biología reproductiva y del desarrollo en el Centro Médico de la Universidad Vanderbilt (Nashville, TN, EUA). "Pero esto es la excepción,” dijo Dr. el Dey.
"Estos resultados establecen la base para estudios ulteriores y ensayos clínicos usando el enfoque novedoso de apuntarle a la COX-1 para la prevención y tratamiento del cáncer ovárico,” concluyeron los científicos. Este estudio fue publicado en la edición en-línea del 2 de Mayo de 2005 de la revista "Cancer Research”. El cáncer ovárico es la cuarta causa principal de cáncer en las mujeres americanas después del cáncer de pulmón, seno, y colorectal.
El ochenta y cinco por ciento de los tumores ováricos humanos provienen del epitelio, o capa superficial del tejido, que rodea los ovarios. A pesar de que la incidencia de cáncer ovárico ha decaído recientemente, la tasa de mortalidad no, en parte debido a la dificultad para diagnosticar la enfermedad en los estadíos tempranos. Varios estudios previos han reportado niveles de COX-2 altos en los tumores ováricos. Sin embargo, la mayoría de estos usaron anticuerpos para detectar la expresión de la COX-2. "Nosotros sabemos ahora que muchos de los anticuerpos disponibles comercialmente tienen reacción cruzada con ambas COX-1 y COX-2,” dijo el Dr. Dey.
Los investigadores de Vanderbilt usaron una serie de métodos, y en 2003 reportaron que la COX-1 estaba sobre-expresada y promovía el crecimiento de los vasos sanguíneos en los tumores ováricos epiteliales humanos. Un año antes, investigadores del Centro Médico Memorial-Sloan Kettering (NY, NY, EUA) fueron capaces de inducir cáncer ovárico en un modelo murino utilizando un virus para liberar dos genes causantes de cáncer en las células epiteliales de la superficie ovárica que carecían de un gen supresor de tumores.
En el estudio actual, los investigadores utilizaron este modelo para evaluar si el celecoxib (Celebrex), un inhibidor selectivo de COX-2, y el SC-560, un agente de investigación que bloquea selectivamente la COX-1, disminuían o no, el crecimiento tumoral cuando estas células eran transplantadas en ratones. Descubrieron que mientras que el Celebrex tuvo poco efecto, el bloqueador COX-1 redujo significativamente el crecimiento del tumor. La droga también bloqueó las prostaglandinas que juegan un papel en una variedad amplia de procesos fisiológicos incluyendo la inflamación, el dolor, y muy probablemente, el cáncer.
Mientras que la prostaciclina es la prostaglandina predominante encontrada en los tumores ováricos en ratones, otra prostaglandina, la PGE2, parece ser producida en cantidades mayores en los tumores ováricos humanos. Esto sugiere que no es la enzima específica --COX 1 o 2—sino los factores generados posteriormente, incluyendo las prostaglandinas, que los disparan el crecimiento del tumor, según el Dr. Dey. Los científicos de Vanderbilt también encontraron recientemente que silenciar un receptor celular, llamado PPAR, interfirió con la habilidad de PGE2 para promover pólipos precancerosos del colon en los ratones.
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Vanderbilt University Medical Center