Efectos respiratorios de las toxinas de las algas
Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 27 Dec 2004
Investigadores que buscaban drogas nuevas para tratar la acumulación de moco asociado con la fibrosis quística y otras enfermedades pulmonares similares han asilado un compuesto del alga de marea roja, Karenia brevis que tiene un efecto positivo poderoso sobre el flujo de moco a través de la vía respiratoria.Actualizado el 27 Dec 2004
Las toxinas del alga de marea roja son producidas por varios géneros de dinoflagelados que vuelven rojo el mar y son asociados frecuentemente con un deterioro en la calidad del agua. El color es el resultante de la reacción de un pigmento rojo, peridina con la luz durante la fotosíntesis. Estas toxinas del alga son una amenaza seria para la vida marina y son potencialmente dañinas para los humanos. En particular, las partículas que contienen toxinas se convierten en aerosoles por efecto del viento y las olas, y causan irritación de los ojos, nariz, garganta, labios y lengua.
Investigadores en el Centro Médico Monte Sinaí (Miami, FL, EUA) y el Centro para Ciencias Marinas de la Universidad de Carolina del Norte (Wilmington, EUA) estudiaron los compuestos producidos por K. brevis con el fin de identificar aquellos que afectaban el tracto respiratorio. Encontraron tres toxinas activas y un compuesto, brevenal, que ha demostrado un efecto benéfico sobre la vía respiratoria. Adicionalmente, se produjo un compuesto sintético, la beta-naftoil-brevetoxina con un efecto similar al brevenal.
"Encontramos que estos compuestos aceleraban la depuración del moco de los pulmones”, dijo el autor principal, el Dr. Daniel Baden, director del Centro para Ciencias Marinas de la Universidad de Carolina del Norte. "Estos compuestos servirán como modelos experimentales para el desarrollo de drogas terapéuticas para aquellos que sufren de fibrosis quística y otras enfermedades pulmonares caracterizados por un secreción excesiva de moco”.
Estos hallazgos fueron publicados en la edición en línea de Septiembre 24, 2004 de la revista "American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine”.
Enlaces relationados:
Mount Sinai Medical Center
University of North Carolina